Inspirados en la quietud de un amanecer brumoso, la caricia de una brisa suave o la placidez de un atardecer pastel, estos tapices capturan la esencia de momentos efímeros y los traducen en texturas y tonalidades armoniosas. Los hilos se entrelazan en degradados colores creando una atmósfera de tranquilidad y equilibrio visual.
A través de formas abstractas y fluidas, los tapices invitan a la interpretación personal, permitiendo que cada observador encuentre su propia conexión emocional y visual con la obra.